Consejos para llegar en óptimas condiciones a una maratón
La maratón es una carrera que exige al máximo nuestro cuerpo, por lo que requiere que estemos en óptimas condiciones el día de la carrera.
Sin embargo, muchos atletas, por diferentes motivos, se presentan a la competencia cansados, estresados, con molestias físicas y, en muchos casos, hasta con alguna lesión de importancia. Y esto no sólo afecta al rendimiento que podemos tener sino que pone en riesgo la salud.
Por eso, a continuación daremos algunos consejos que hay que tener en cuenta para llegar en muy buen estado a ese día tan clave como exigente.
*Escuchar al cuerpo: mientras que en carreras cortas se puede hacer un entrenamiento duro en la semana previa y recuperarse sin problemas, en la mayoría de los planes de entrenamiento es normal que en ese período anterior a una maratón se planifique un descenso de las cargas de entrenamiento (la conocida descarga o tapering).
Pero más allá de lo estipulado es vital escuchar al cuerpo. Si se siente demasiado cansancio está bien tomarse un día extra de descanso. Es necesario ser flexible y no exigirse por demás.
*Lo importante ya está hecho: es prácticamente imposible escuchar a un corredor, después de una maratón, decir que debería haber entrenado más duro en las últimas semanas. Los atletas experimentados saben que en las semanas previas a una competencia de este tipo el trabajo más importante ya está hecho.
Por lo tanto no hay nada que se pueda hacer para cambiar positivamente el resultado. Sólo queda mantener la forma física y concentrarse en llegar en forma saludable.
*No preocuparse por los kilómetros: no hay que darle importancia al hecho de que corramos una distancia menor en las semanas previas.
Hay que recordar los dos primeros consejos, y también tener en cuenta que hay estudios científicos que avalan que la reducción del volumen de entrenamiento no es un problema para la forma física, y que además es necesario para llegar al 100%.
*No perder el control: reducir el volumen de entrenamiento durante 2/3 semanas, luego de meses de entrenar duro, es sumamente difícil para un corredor. La ansiedad crece, el exceso de energía será inevitable, y perder el control demasiado fácil.
Para que esto último no ocurra lo más recomendable es intentar mantener la rutina de entrenamientos (pese a la reducción del volumen). Es decir, si se suele entrenar cinco días a la semana mantener la misma estructura ayudará a minimizar la ansiedad.