Aguas Abiertas: A Agustina Ávila le dieron una semana de vida. Volvió a nadar y ganó
Una nadadora de aguas abiertas conmovió a todos. La historia de Agustina Ávila, de Córdoba (Argentina), se hizo viral en Twitter, pues conmovió a muchas personas que la ven como un ejemplo de firmeza y superación.
Hace un año sus doctores le dieron un año de vida, pues fue diagnosticada con un cáncer muy avanzado. De hecho, el 2021 fue una época bastante difícil para ella porque tuvo que someterse a muchos procedimientos médicos.
“Honestamente no se cómo mi cuerpo aguanto tanto, cirugías, pinchazos en la columna, sondas, canalizaciones todos los días y tantas cosas más”, se desahogó en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, decidió apostarle a su pasión y volvió a nadar. Ahora, ganó en una competencia de natación en aguas abiertas de 1000 metros.
“Es increíble que el año pasado me daban una semana de vida. Hacía una cuadra y me desmayaba por la anemia. Vivía internada, con transfusiones de sangre, etc. Hoy estoy compitiendo en aguas abiertas y entreno todos los días, a veces en doble turno por día. Agus 1 – Cáncer 0”, describió con emoción en sus redes sociales.
Superando obstáculos
La nadadora cordobesa de 23 años le pelea a un cáncer de cuello uterino desde hace tres años. Entonces fue cuando llegaron los indicios y síntomas, pero no fueron tenidos en cuenta hasta que sufrió una fuerte hemorragia.
“Tenía sangrados fuera de mis periodos y cada vez que iba a controlarme me decían que no tenía nada. Hasta que fui al psiquiatra porque pensé que me estaba volviendo loca. Un año antes había fallecido mi hermano y pensé que todo podía ser ocasionado por el estrés. Por suerte, la médica me mandó hacer controles antes de iniciar el tratamiento, saqué los turnos, pero el día previo a un estudio tuve una fuerte hemorragia… ¡Me fui en sangre!”, cuenta Agustina sobre el día que fue derivada de urgencia a una guardia y una tomografía reveló lo peor: tenía cáncer uterino de estadio 3b.
Desde ese momento todo cambió en su vida, pero no se rindió: la mujer que comenzó a nadar a los 3 años decidió hacer frente a todo lo que venía y, sobre todo, apostó a vivir.