Daiana Ocampo, la guerrera de las mil batallas
(Por Fede Sánchez Parodi).- Daiana Ocampo es una de las dos atletas argentinas que estarán en la línea de largada de la Maratón de los Juegos Olímpicos, tras realizar en la maratón de Hamburgo la segunda mejor marca histórica argentina de la distancia.
Junto con la marplatense Florencia Borelli, la corredora de FCmax competirá el 11 de agosto en París, debutando en el evento deportivo más importante a nivel mundial.
Con 2 horas, 26 minutos y 24 segundos, la entrenada por Hugo Bressani no sólo consiguió un logro histórico en su última chance por clasificar a los Juegos, sino que rebajó su tiempo en más de 40 segundos respecto al Maratón de Sevilla, realizado tan sólo dos meses antes.
Planificación y superación, la clave de Daiana Ocampo
Para entrenar un maratón, por lo general, se requieren entre 12 y 16 semanas de preparación específica, además de contar con una base de entrenamiento general.
A pesar de ello, sin margen para el error por los tiempos de clasificación, Ocampo y su entrenador se atrevieron a «romper las reglas» para intentar clasificar a los Juegos Olímpicos.
En ocho semanas, la atleta debió recuperarse de la exigencia de correr 42k en España y enfocarse en la prueba de Alemania, alcanzando el objetivo y tomándose revancha de sus intentos de conseguir la marca en la previa de Tokio 2020.
El camino rumbo a París
En la previa de la maratón de Sevilla, venía de estar parada cuatro meses por una lesión, así que sólo tenía tres meses de trabajo específico para competir, por lo que logró «más de lo esperado» con un crono de 2.27.14.
«Sabía que el ritmo estaba. Después de Sevilla me sentía preparada y evaluamos entre Rotterdam y Hamburgo, y gracias a mi manager Felipe pude conseguir un dorsal para correr», contó.
La CADA y el ENARD, como también algunos aportes de sponsors, la ayudaron en la preparación en la altura, en Cachi. «En la altura se dio una preparación especial, pensada para mantener los ritmos y la recuperación. Ya en Buenos Aires siguieron los entrenamientos largos pero que me quedaron conforme», manifestó la futura atleta olímpica.
En cuanto a la prueba de Hamburgo, Ocampo reveló: «La carrera empezó con un grupo grande, pero entre el kilómetro 23 y 25 el pelotón de corredores fue reduciéndose hasta que quedamos tres chicas buscando la marca, hasta que quedé sola con mi liebre».
«Los últimos 500 metros los corrí con emoción», confesó, al tiempo que agregó: «Sería egoísta de mi parte decir que solo es mío, el medio en la carrera son mis piernas pero no podría lograr nada de esto sin todo el equipo que me acompaña, Damián Gasto, mi familia que es el pilar de mi vida, Amparo, mi niña que solo ve a su madre entrenar. Gracias a los que fueron parte de este viaje que de una manera u otra confiaron en mí cuando parecía que este sueño olímpico se escapaba de mis pies».
Resiliencia y esfuerzo
Daiana Ocampo es una guerrera de mil batallas que estuvo muy cerca de lograr su clasificación para los Juegos de Tokio 2020, pero la mala fortuna le impidió enfocarse al 100%.
La pandemia primero fue un obstáculo al postergarse la competencia olímpica, y posteriormente, la complicación para poder correr en Europa para buscar marcas.
De hecho, en diciembre de 2020, a causa de las restricciones por la situación mundial, a 12 horas de largar la maratón de Polonia le informaron que los extranjeros no iban a ser parte del evento. Ante esa situación, pudo encontrar otra carrera en Viena, siete días después, pero las condiciones climáticas y la ruta fueron adversas, por lo que no consiguió la marca.
Y en su último intento previo al evento en Asia corrió en La Pampa, pero ese día la prueba se dio bajo un diluvio, con calles anegadas, debiendo competir con tramos en el que el agua tapaba las calles, por lo que se le volvió imposible conseguir la marca.