Félix Carvajal, el primer maratonista olímpico de Cuba
Su nombre era Félix de la Caridad Carvajal y Soto, pero todos lo recuerdan como el Andarín Carvajal.
Félix era un atleta cubano que compitió en los 42k de la Maratón de los Juegos Olímpicos de Saint Louis, en 1904, una de las competencias más bizarras realizadas en la historia.
Este corredor tenía el oficio de cartero en fechas especiales. Nacido el 18 de marzo de 1875 en la parte norte de La Habana, residió con su familia en San Antonio de Los Baños.
Vivió y murió en la más absoluta pobreza y su trabajo principal era de «hombre-anuncio», portando carteles promocionales por las calles principales.
En la previa del Maratón de Saint Louis, caminó toda la ciudad con una remera solicitando apoyo y donaciones para su propio viaje. Necesitaba dinero para comprarse el viaje rumbo a Estados Unidos. «Coopere con un atleta que quiere participar en las Olimpiadas de Saint Louis», decía la inscripción en su remera.
Llegó de milagro
Así fue como recaudó una importante suma pero al llegar a Nueva Orleans (a casi 1100 kilómetros de su destino), perdió casi todo lo donado entre apuestas y mujeres. Así fue que tuvo que completar su viaje pidiendo un «aventón».
Llegó a la largada con muy poco tiempo de anticipación y con la única ropa que tenía, con una camisa manga larga y pantalones que le llegaban a los tobillos. Además, lucía las botas con las que caminaba para repartir las cartas. Así fue como se presentó en el desfile previo a la largada, hasta que alguien lo ayudó y le cortó el pantalón para que fuera más cómodo.
Tras el inicio de la competencia, tomó la delantera pasadas las 10 millas, sacó una buena ventaja y llegó a estar hasta 3 kilómetros por delante del finalmente vencedor.
Pero debido a que hacía varios días que no comía y carecía de ayuda (los norteamericanos contaban con colaboradores que les daban agua y alimentos), debió detenerse en un huerto a recoger unas manzanas verdes que estaban poco maduras, lo que le ocasionó fuertes dolores de panza y diarrea.
Debido a eso, perdió mucho terreno y terminó llegando en cuarto puesto a cruzar la meta. De no haber sido por ese inconveniente, sin dudas hubiera logrado, como mínimo, una medalla olímpica.
Falleció el 27 de enero de 1949, aunque será recordado por siempre como el primer atleta cubano en una cita olímpica.
Según El Heraldo de Cuba, logró 57 galardones, además del tercer lugar en el primer maratón del Missouri Athletic Club, en 1905.
En la literatura, hay una obra en su honor. Fue escrita por Bernardo José Mora, y se titula Félix Carvajal, corredor de maratón.