Gaby Andersen, la mujer que casi se muere en el primer 42k olímpico
La maratón femenina debutó en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984. Lo que ahora es algo que todo el mundo acepta con normalidad, en aquel momento fue un hecho extraordinario, y la participación de Gaby Andersen se recuerda hasta en estos días.
La ganadora ese día fue la estadounidense Joan Benoit, bajita y con algunos kilos de más. Y que, además, corrió con una indumentaria gris que había diseñado la NASA para los astronautas.
Pero hubo otro hecho más que hace que se recuerde esa prueba, y es algo que estuvo a punto de ser trágico: Gaby Andersen-Schiess, una suiza afincada en Ohio, (ganadora en 1983 en la primera edición de la Maratón de California) llegó al estadio en un estado lamentable, al borde de un aparente colapso. Y así fue que sufrió la maratón.
El error de Gaby Andersen
Aquella carrera se disputó con 30 grados de temperatura y Gaby no se hidrató correctamente antes de comenzar a correr.
De hecho parecía no estar del todo consciente cuando se dirigió hacia el punto de largada. Los médicos de su equipo y de la Organización la vigilaban todo el tiempo.
Ella consiguió llegar al final de los 42.195 metros, en el puesto 37, con una marca de 2h 48:42. Pero lo más importante es que sobrevivió a la carrera, porque muchos dudaban de si podría hacerlo.
En cuanto alcanzó la meta fue atendida por los servicios médicos y a las dos horas estaba hidratada y recuperada. Dos semanas después Gaby compitió en el Park City de Utah en una peculiar prueba en la que un equipo de dos personas alternaban carrera a pie y galopada a caballo, turnándose. Y luego seguiría participando de otras pruebas.
Nunca fue una atleta de élite, pero sí logró tener un buen nivel. Y su imagen en aquellos Juegos Olímpicos de Los Angeles será inolvidable.