Los talibanes decapitaron a una jugadora del Seleccionado juvenil de Afganistán
Mahjubin Hakimi, jugadora del equipo nacional juvenil de voleibol de Afganistán, fue decapitada por los talibanes en Kabul.
Según los medios de comunicación indios, una de sus entrenadoras, identificada por razones de seguridad bajo el alias como Suraya Afzali, informó al Persian Independent.
Otra jugadora del equipo había sido asesinada a tiros en agosto. Bajo la dictadura islámica que instauraron los talibanes, las mujeres no pueden hacer deportes, mucho menos representar a su país en torneos internacionales.
Esto último fue informado por Zahra Fayazi, una de las dos voleibolistas que pudo escapar hacia el extranjero (Inglaterra) y contar los sucesos que vio antes de partir.
La joven fue asesinada a principios de octubre, pero su familia no dio a conocer la noticia por temor a represalias.
Vivir con miedo
Según la entrenadora, las circunstancias que rodearon el asesinato de la deportista sólo fueron conocidas por su familia.
Antes de que los llamados estudiantes coránicos llegaran al poder, según los medios de comunicación, la jugadora de voleibol jugaba en el equipo municipal de la capital afgana.
De los jugadores de la selección juvenil, añadió la entrenadora, sólo dos lograron escapar al extranjero, mientras que todas los demás «se vieron obligados a huir y esconderse» y los intentos de encontrar «ayuda de organizaciones internacionales y países fueron infructuosos».
En las últimas semanas, una treintena de atletas de la selección nacional afgana de voleibol ya habían manifestado su temor a la violencia y a las represalias de los talibanes por sus actividades deportivas, pidiendo a la comunidad internacional que las ayudara a abandonar el país.
Algunos de sus compañeras que habían logrado escapar habían informado de que otra jugadora del equipo había sido asesinada a tiros en agosto.
También las jugadoras de fútbol de Afganistán temen por su vida y varias lograron escapar del país.
El comunicado de la Federación Italiana
Conocida la terrorífica noticia de la decapitación de la jugadora afgana, la Federación Italiana de Voleibol (FIV) emitió un comunicado al respecto a través de sus redes sociales en el que lamentó lo sucedido, sosteniendo que «toda la comunidad del voleibol está de luto».
«Su culpa: practicar el deporte que amaba, el voleibol. Mahjabin, como muchas otras chicas en Italia y en todo el mundo, cultivó su pasión por el voleibol en el Club de Voleibol del Municipio de Kabul, pero en comparación con otras compañeras, no había logrado salir de Afganistán en los últimos meses», escribieron los italianos.
Y concluyeron: «Parece imposible que en 2021 alguien sea asesinado solo porque juega al voleibol, o aún peor, porque persigue sus sueños. Mahjabin, donde estés, nos gustaría imaginarte con un balón en las manos libre de poder jugar al voleibol».